2/07/2013


¿Mi hijo simpre fue tímido! ¡Qué lástima que “haya salido” con poca personalidad!
Estimados, nadie nace con una u otra personalidad. Todos nacemos como un libro en blanco y comenzamos a escribir nuestra propia historia en este libro en la medida que comenzamos a interactuar con nuestro entorno.
Un bebé que no tiene ninguna información previa de este mundo lo único que puede hacer es comenzar a experimentar. Cada vez que tenga una experiencia va asociar a esa experiencia una “emoción” que puede ser positiva o negativa. Por ejemplo, la primera vez que meta los dedos a un enchufe va a asociar dolor con esa experiencia, en su libro va a escribir “Enchufe = dolor = no repetir”. Por otra parte la primera vez que intente caminar y reciba aplausos y atención va a escribir en su libro “intentar caminar = placer = repetir”.
En el futuro todos tomamos nuestras decisiones con dos objetivos puntuales: Alejarnos de lo que nos puede causar dolor y acercarnos a lo que nos cause placer. Por eso los jóvenes y los adultos van a hacer o no hacer dependiendo de las experiencias que ellos tuvieron en el pasado, es decir, repetirán las experiencias que les causaron placer y no repetirán las que les causaron dolor.
En consecuencia, la personalidad de un joven puede ser modificada si generamos un entorno positivo que lo incentive a atreverse.
A continuación les doy algunos consejos prácticos para todos los padres.
  1. Centrarse en las cosas positivas: La confianza de nuestros hijos se genera en su entorno más cercano, es decir, su familia. Por eso es que en vez de recalcar lo malo que hicieron y retarlos, centrémonos en resaltar sus virtudes tanto a él como a los demás. Que nuestros hijos asocien los buenos hábitos con felicitaciones y atención de los padres.
  2. Ayudarlos a ser buenos en más de una cosa: La repetición es la madre de las habilidades. Busquemos algo que le guste a nuestros hijos y ayudémoslos a ser buenos en eso. Que toquen algún instrumento de música y lo hagan mejor que el resto. Que hagan algún deporte y practiquen hasta ser buenos. De esta forma ellos sienten que son capaces, el entorno se comporta mucho más positivamente con ellos levantando su autoestima y desarrollando su personalidad.
  3. Evitar hacerlos sentir ridículos: Básicamente, si vemos que se acercan a una persona del sexo opuesto, no molestarlos. Si los vemos bailar o cantar desafinado, no reírnos. Este es un error típico de muchos padres, creemos que no hacemos daño pero estamos dinamitando la personalidad de nuestros propios hijos. ¡Cuidado!
  4. Incentivarlos a hacer cosas que no estén acostumbrados: La única forma de ampliar nuestra personalidad es haciendo cosas distintas, cosas que no nos atrevemos a hacer. Por ejemplo, subirme a un escenario, hablar en público, recitar, cantar, etc. Con esto nuestros hijos aumentarán su personalidad y se sentirán más confiados para la próxima vez. Lo importante es exponerlos a situaciones que sepamos van a salir triunfadores.
  5. Enseñarles a cometer errores: La única forma de obtener logros es cometiendo errores. Leo Messi es el jugador de fútbol que más veces pierde la pelota, Michael Jordan el jugador de básquetbol que más veces fallaba, ¿por qué?, porque son los que más veces se atreven. Incentivémoslos a cometer errores. Que aprendan a reírse de ellos mismos, así les enseñamos a afrontar la vida de otra manera, con alegría y buen sentido del humor y sin obstáculos que les impidan crecer.
  6. Concederles un rol de liderazgo: Asignémosles responsabilidades dentro de la familia, sin importar el resultado. No los critiquemos si no lo hacen bien, felicitémoslos por haberlo intentado.

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