El SDA puede diagnosticarse sin hiperactividad y con predominio de falta de atención o de impulsividad
La falta de atención puede evidenciarse
porque los niños/as parece que no escucharan cuando les hablan, se equivocan de
manera reiterada, les resulta complicado seguir instrucciones, pierden todo,
les cuesta organizarse y son en general descuidados. Además, ante cualquier
estímulo, por pequeño que sea, se distraen.
La hiperactividad es fácil de determinar y a menudo es lo primero que motiva la consulta a especialista, los niños/as presentan muchísima dificultad para permanecer sentados, constantemente mueven las manos y/o los pies, corren, saltan sin control, exponiéndose a veces a situaciones peligrosas y siendo “accidentógenos” por naturaleza. Por lo mismo son pequeños que ya en su corta vida, han presentado algún hueso roto o algunos puntos en su cuerpo para reparar algún corte o herida profunda; así mismo los moretones son habituales.
La impulsividad puede comprobarse ya que estos niños/as hablan antes de pensar, es decir, no esperan a que la profesora termine de preguntar y ya están respondiendo, interrumpen, hablan más de la cuenta y hay muchísima dificultad en esperar por su turno.
La hiperactividad es fácil de determinar y a menudo es lo primero que motiva la consulta a especialista, los niños/as presentan muchísima dificultad para permanecer sentados, constantemente mueven las manos y/o los pies, corren, saltan sin control, exponiéndose a veces a situaciones peligrosas y siendo “accidentógenos” por naturaleza. Por lo mismo son pequeños que ya en su corta vida, han presentado algún hueso roto o algunos puntos en su cuerpo para reparar algún corte o herida profunda; así mismo los moretones son habituales.
La impulsividad puede comprobarse ya que estos niños/as hablan antes de pensar, es decir, no esperan a que la profesora termine de preguntar y ya están respondiendo, interrumpen, hablan más de la cuenta y hay muchísima dificultad en esperar por su turno.
Si comparamos a los niños/as afectados con SDA respecto a aquellos sin el
problema y de la misma edad, a menudo los primeros presentan dificultades en
poner atención para seguir instrucciones, pierden más sus cosas, olvidan sus
tareas, les cuesta estar tranquilos en su puesto de trabajo y seguir
instrucciones. Esto no es por ser “desordenados” sino porque al no prestar
atención no pueden seguir las indicaciones entregadas. Les resulta en extremo
complicado atender dos estímulos a la vez, por lo mismo para ellos es difícil
escribir y atender al profesor.
Aunque en ocasiones pueden poner atención, necesitan de muchísima más motivación y de recompensas frecuentes frente a tareas de corto plazo, las de largo plazo son prácticamente imposibles de poder planificar.
Dado lo anterior, el SDA puede verse acompañado de otras consecuencias para los niños/as, comobaja autoestima, poca tolerancia a la frustración, bajo o irregular rendimiento escolar, trastornos conductuales, agresividad, hacerse el “payaso”, etc. Esto evidentemente genera en el medio retos y correcciones constantes que hacen al niño percibir un mundo en el cual “siempre es retado, corregido y siempre se equivoca”, generando así un círculo vicioso el cual es muy difícil de romper.
Aunque en ocasiones pueden poner atención, necesitan de muchísima más motivación y de recompensas frecuentes frente a tareas de corto plazo, las de largo plazo son prácticamente imposibles de poder planificar.
Dado lo anterior, el SDA puede verse acompañado de otras consecuencias para los niños/as, comobaja autoestima, poca tolerancia a la frustración, bajo o irregular rendimiento escolar, trastornos conductuales, agresividad, hacerse el “payaso”, etc. Esto evidentemente genera en el medio retos y correcciones constantes que hacen al niño percibir un mundo en el cual “siempre es retado, corregido y siempre se equivoca”, generando así un círculo vicioso el cual es muy difícil de romper.
¿QUÉ DEBEMOS HACER FRENTE A ESTE PROBLEMA?
1. Informarse respecto del
tema: es imperioso que los padres sepan en qué
consiste el Trastorno por Déficit Atencional para así comprender las conductas
de los niños/as, y sobre todo entender cómo se sienten los pequeños frente al
mundo y sus exigencias.
2. Acoger a los niños: no siempre se portan mal porque quieren, muchas veces sus conductas son
absolutamente involuntarias y por lo mismo el reto y castigo no siempre está
bien aplicado. Es más efectivo centrarse en lo que deberían hacer más que en lo
que NO deberían hacer. Guiarlos con amor siempre tendrá mejores resultados,
recordando que ellos necesitan más refuerzos que otros niños. También es
importante explicarles a los hermanos dicha situación, ya que así evitamos el
rechazo y el reclamo de parte de los otros miembros de la familia.
3. Hacerles atractivos los deberes escolares y controlar los tiempos: cuando se trate de materias escolares, es importante hacérselas atractivas, interesantes y ojalá lúdicas. Esto se refiere a que la utilización de material atrayente llamará la atención y los motivará a atender. No es recomendable hacerlos estudiar más de 15 a 20 minutos seguidos; se requiere un recreo entre medio para que cuando retomen la tarea lo hagan más concentrados. Este tiempo irá variando gradualmente hasta lograr períodos más largos de concentración. Recuerde que el lugar para estudiar debiera ser lo más libre de estímulos posibles, como TV, radio, pósters, etc. Silencio y buena luz son indicados. Es recomendable, también, preparar con antelación su escritorio, vale decir, antes de empezar a estudiar es ideal tenerle todo el material que necesitará. De esta forma evitaremos que deba pararse a buscar algo. Ojalá el tiempo de estudio comience una vez que haya descansado un rato luego del colegio, se haya alimentado y su vestimenta sea cómoda y ligera.
3. Hacerles atractivos los deberes escolares y controlar los tiempos: cuando se trate de materias escolares, es importante hacérselas atractivas, interesantes y ojalá lúdicas. Esto se refiere a que la utilización de material atrayente llamará la atención y los motivará a atender. No es recomendable hacerlos estudiar más de 15 a 20 minutos seguidos; se requiere un recreo entre medio para que cuando retomen la tarea lo hagan más concentrados. Este tiempo irá variando gradualmente hasta lograr períodos más largos de concentración. Recuerde que el lugar para estudiar debiera ser lo más libre de estímulos posibles, como TV, radio, pósters, etc. Silencio y buena luz son indicados. Es recomendable, también, preparar con antelación su escritorio, vale decir, antes de empezar a estudiar es ideal tenerle todo el material que necesitará. De esta forma evitaremos que deba pararse a buscar algo. Ojalá el tiempo de estudio comience una vez que haya descansado un rato luego del colegio, se haya alimentado y su vestimenta sea cómoda y ligera.
4. Determinar horarios: es recomendable hacerles “en grande y con colores” un horario y en éste
incluir TODAS las actividades diarias con su hora específica, hasta
aquellas como ver TV y jugar. Darle horarios les irá enseñando gradualmente a
planificarse, cosa que es muy difícil en estos niños. Nunca le haga las tareas
y si cometen errores es bueno dejarlos y guiarlos para que se den cuenta solos.
Se aprende más de los errores que de los aciertos.
5. Ofrecer calor hogareño: es fundamental demostrarles cariño constantemente a través de caricias
físicas, besos, juegos para mejorar su autoestima. Pedirle que escoja alguna
actividad doméstica la que será SU responsabilidad y que deberá cumplirla. Por
ejemplo, sacar la basura, pasear a su perrito, levantar la mesa, etc. Él o
ella deben sentirse útiles y colaboradores en el sistema familiar, aunque
reclamen.
6. Determinar las reglas
claras: desde el principio y como consecuencia en la aplicación
de premios y castigos, las reglas fortalecerán la seguridad en el niño /a
y a la larga favorecerán el trabajo en un niño con SDA.
Por último, el SDA es un diagnóstico realizado por un especialista y su
tratamiento consiste en la farmacoterápia indicada por el siquiatra infantil o
neurólogo y hoy en día se trabaja con Terapias Naturales. Todos estos tratamientos, bien controlados, asegurarán el éxito.
Aun cuando este problema no es menor, en términos de que es necesario tener
dedicación especial y debe afrontarse desde todo el sistema familiar, es
importante mencionar que NO es una enfermedad y por lo tanto los niños “no tendrán
que tomarse los remedios para mejorarse”. El enfrentar el síndrome desde esa
mirada generará una estigmatización en el niño/a, lo que incidirá directamente
en la merma de su autoestima.
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