Desafortunadamente las principales víctimas de los accidentes 
son los niños y la mayoría de ellos ocurren dentro del hogar donde los 
pequeños se encuentran bajo la responsabilidad de un adulto que debería 
cuidarlos.
El envenenamiento, las quemaduras, las heridas, las fracturas y 
luxaciones y la obstrucción de la respiración son las principales 
lesiones que sufren los niños.
La prevención de accidentes infantiles consiste en proporcionar al 
niño un ambiente natural y sin riesgos para que realice sus actividades.
 La principal forma de prevenir accidentes en el hogar es mantener el 
orden en la casa para que cada cosa esté en su lugar y los objetos de 
riesgo, fuera del alcance de los niños.
Los adultos debemos estar conscientes de los riesgos que representa 
dejar al alcance de los niños objetos punzocortantes, líquidos tóxicos, 
venenos, aceites, cerillos, armas de fuego, herramientas, etcétera. Es 
fácil que los menores, por su curiosidad natural, les llame la atención 
algún objeto o animal; por ello es nuestro deber indicarles qué pueden 
tocar y qué no, con el fin de proporcionarles la mayor seguridad 
posible.
Los accidentes son situaciones que se presentan rápida e 
inesperadamente y ponen en peligro, en la mayoría de las ocasiones, la 
integridad física y la vida de las personas.
En los niños, un suceso de este tipo les causa desde sufrimiento y 
dolor hasta la pérdida de energía y, en ocasiones, invalidez o incluso 
la muerte. En el hogar son frecuentes las caídas, quemaduras y asfixias,
 debido a que no se toman las precauciones necesarias o los pequeños 
están al cuidado de un miembro de la familia o conocido menor de edad. 
También la ingestión de bebidas tóxicas es un accidente constante por la
 curiosidad natural del niño y porque los menores de cinco años tienen 
la tendencia de llevarse cosas a la boca.
Prevención y primeros auxilios:
Obstrucción
La obstrucción de la respiración se presenta cuando se nos atora 
algún objeto en la garganta y nos impide respirar; esta situación puede 
llevarnos a la asfixia. La obstrucción de las vías respiratorias es 
común en los niños porque suelen llevarse a la boca muchos de los 
objetos que encuentran a su paso.
Cuando enfrentemos un accidente de este tipo no debemos sacar 
el objeto con la mano porque podemos hundirlo más. Se recomienda 
intentar su expulsión colocando al niño boca abajo y golpeándolo en la 
espalda con la palma de la mano; si no lo expulsa, la decisión más 
adecuada consiste en acudir inmediatamente al servicio médico más 
cercano.
La causa más frecuente de la obstrucción es un fragmento de comida o un objeto alojado en la garganta. Cuando esto ocurre, puede sobrevenir una asfixia mortal en menos de cuatro minutos.
Otra causa de ahogamiento son las contracturas musculares por la inhalación de gases venenosos.
Un signo inequívoco de ahogamiento es la imposibilidad de hablar, la 
víctima tose y hace esfuerzos por respirar, la falta de oxígeno hace que
 se le ponga el rostro amoratado y después azulado.
Para eliminar una obstrucción golpee con fuerza la espalda del 
lesionado tres o cuatro veces. Si no resulta, colóquese de pie detrás de
 ella, rodeándole con los brazos la parte inferior del pecho, cierre una
 mano en forma de puño, y sujétela fuertemente con la otra, ambas manos 
sujetarán la zona central y por debajo de las costillas de la víctima.
Esta persona debe inclinarse hacia adelante, con los brazos y 
la cabeza colgando. Entonces, aplique un fuerte apretón hacia adentro y 
arriba sobre el abdomen. De ser necesario, repita esta maniobra varias 
veces para forzar a la víctima a que expulse el objeto que produce la 
obstrucción.
Mordeduras de animales y picaduras de insectos
Las mordeduras de animales y las picaduras de insectos son accidentes
 que pueden resultar fatales. Por ejemplo, la mordedura de un perro o 
rata con rabia puede ocasionar que nos contagiemos de esa enfermedad 
mortal, o una picadura de abeja también puede traer graves 
consecuencias.
Cuando vivamos un accidente de este tipo, lo más importante es acudir
 de inmediato a la Unidad de Salud. Si nos ha atacado un perro o una 
rata, es necesario investigar si el animal sufre de rabia, pues de eso 
dependerá el tratamiento que vamos a seguir.
Las mordeduras y picaduras venenosas son, relativamente, poco 
frecuentes, sin embargo, algunas pueden causar desfallecimiento, 
palidez, náusea, vómito, dificultad respiratoria y aceleración del ritmo
 cardiaco, o en el peor de los casos pueden ser mortales. Los distintos 
venenos de los animales requieren un tratamiento médico distinto, por lo
 que se debe identificar al animal responsable o capturarlo para su 
identificación por expertos competentes.
Si el lesionado ha sido mordido o arañado por algún animal, lave la 
herida con agua y jabón, póngale una venda y busque asistencia médica.
Si el insecto ha dejado el aguijón en la piel, debe extraerse utilizando unas pinzas.
Si la víctima ha recibido una picadura en la boca, dele un cubo
 de hielo para chupar y que haga buches con una solución de bicarbonato 
de sodio con agua, esta medida ayudará a reducir la hinchazón.
Caídas
Los accidentes más comunes durante la infancia son las caídas, 
incluso estamos acostumbrados a verlas como algo normal, sin embargo, 
pocas veces nos percatamos de que pueden ocasionar lesiones tan graves 
como una fractura o incluso la muerte.
Cuando una caída origina un raspón leve o un rasguño, sólo 
debemos lavar la herida con agua y jabón. Pero cuando un hueso se ha 
roto o se ha salido de su lugar, debemos acudir al médico para que el 
accidentado reciba atención profesional lo antes posible.
La libertad de explorar implica tropiezos, y el medio de un niño 
pequeño debe permitir “tropiezos seguros”, Además de la lección 
aprendida, estos tropiezos pueden considerarse como una preparación 
contra accidentes más graves a través del incremento de la confianza del
 niño en su propia habilidad para enfrentarse a cambios inesperados.
Golpes en la cabeza
En el caso de golpes en la cabeza, alrededor del 80% de los 
traumatismos son menores y producen dolor de cabeza leve y un chichón de
 regular tamaño, al que se le puede aplicar hielo envuelto en un paño.
 No obstante, es de suma importancia mantener al niño bajo observación 
por 72 horas, poniendo atención las primeras 24 horas que es cuando se 
manifiesta un posible daño neurológico, caracterizado por:
Pérdida del conocimiento (aunque sea momentáneo), dolor de 
cabeza intenso que no mejora con analgésicos, vómito después de que haya
 cesado el llanto, convulsiones, hemorragia nasal sin haber recibido un 
golpe directo sobre nariz, salida de líquido claro por nariz u oído, 
salida de sangre por los oídos, somnolencia con dificultad para 
despertar o reconocer a las personas cercanas, pérdida del equilibrio, 
debilidad en un lado del cuerpo, hablar incoherencias, arrastrar la 
lengua al hablar, movimientos involuntarios, parálisis facial 
(desviación de la boca), párpados hinchados o amoratados, no saber lo 
que pasó, ceguera, confusión, moretones detrás de las orejas, cualquier 
herida abierta o hundimiento de la cabeza, visión doble o borrosa. Ante cualquiera de estos síntomas debe acudir de inmediato al médico.
Si el niño está bien pero se siente muy cansado y se quiere 
dormir, o coincide con la hora de su siesta, por ejemplo, deje que se 
duerma siempre y cuando hayan pasado 20 minutos, sin embargo, es 
importante que trate de despertarlo, sin que lo haga por completo, y 
verifique que puede moverse con normalidad, que le reconoce y parece 
coherente. Si tiene alguna duda sobre su estado, debe acudir al médico de inmediato.
Envenenamiento e intoxicación
El envenenamiento y la intoxicación se presentan por ingerir 
sustancias tóxicas que pueden dañar nuestro organismo. Entre los 
elementos venenosos más comunes se encuentran los limpiadores domésticos
 como el cloro, el detergente etc.
También son muy dañinos los insecticidas, los medicamentos y los alimentos descompuestos.
Cuando nos percatemos de que una persona ha tragado una sustancia 
venenosa, no debemos hacerla vomitar, es mejor transportarla rápidamente
 al Hospital más cercano.
Hay cuatro formas fundamentales de envenenamiento: inhalación de 
agentes nocivos (como el humo de los automóviles), ingestión de venenos,
 absorción de productos químicos por la piel e inyección. Al ser 
ingeridas las sustancias venenosas, afectan al estómago y al intestino 
produciendo vómitos, dolor o diarrea. Si se ingieren corrosivos, se 
pueden producir quemaduras en labios, boca y estómago con dolor intenso y
 lesiones graves.
Muchos productos de limpieza, como los blanqueadores, son tóxicos, 
por eso se deben mantener fuera del alcance de los niños. También 
algunas plantas y hongos son venenosos.
Algunos venenos pueden afectar al sistema nervioso produciendo delirio, convulsiones y pérdida de conocimiento.
Cuando algún accidente de esta naturaleza ocurra:
Solicite asistencia médica de urgencia.
Si la víctima está consciente pregúntele qué sucedió.
Si no lo está compruebe si tiene libres las vías respiratorias.No intente provocar el vómito, si la persona deja de respirar, aplíquele respiración artificial.
Si no lo está compruebe si tiene libres las vías respiratorias.No intente provocar el vómito, si la persona deja de respirar, aplíquele respiración artificial.
Quemaduras
Muchos accidentes que ocurren en la casa están relacionados con el 
fuego; una quemadura grave puede ocasionar la muerte de un niño o 
discapacitarlo para toda la vida. Pocas veces pensamos que una quemadura
 en la mano impedirá que un niño pueda tomar un lápiz o una herramienta,
 eso cambiará su vida en forma definitiva.
Cuando nos enfrentemos a una quemadura no debemos tocar el área 
lesionada, ni retirar nada que haya quedado adherido a la lesión, es 
conveniente colocar la parte quemada bajo el chorro suave del agua 
limpia y acudir de inmediato al servicio médico.
En las quemaduras de primer grado, el daño se limita a la capa más 
externa de la piel, en la que tiene lugar un enrojecimiento, aumento del
 calor y, en ocasiones, formación de ámpulas y ardor si se toca la zona 
afectada. Un ejemplo son las quemaduras solares.
En las de segundo grado, la lesión se extiende más allá de la capa 
externa y afecta capas más profundas ocasionando formación de ampollas.
Con las de tercer grado, todo el espesor de la piel está destruido y 
se observa una capa carbonizada de tejido. La gravedad de la quemadura 
depende de la superficie quemada y de la profundidad de la lesión.
La aplicación correcta de los primeros auxilios es esencial para una rápida recuperación:
Si las ropas de la víctima están ardiendo, tírelo al suelo y 
apártelo de las llamas inmediatamente. Para apagar el fuego que prendió 
la ropa, envuelva a la persona con una tela que no sea inflamable y, si 
es posible, quite todos los objetos que pueden oprimir como anillos, 
pulseras, cinturón, zapatos, ya que la zona afectada puede hincharse y 
después es difícil retirar estos objetos.
En las quemaduras de primer grado, mantenga la zona quemada 
bajo agua fría hasta que cese el dolor. No sumerja en agua las 
quemaduras de segundo o tercer grado.
Cubra el área quemada con una compresa estéril o utilice un 
trozo de sábana seca y limpia, toque lo menos posible la zona de la 
quemadura y no aplique lociones ni pomadas.
Cortaduras 
Las heridas se provocan cuando un objeto filoso o punzocortante llega
 a nuestro organismo y nos causa una lesión. Esta lesión puede ser de 
diversa magnitud, va desde una pequeña cortadura hasta una mutilación o 
pérdida de un miembro.
Cuando tenemos una herida debemos lavar perfectamente con agua y 
jabón la parte afectada y acudir a la Unidad de Salud para que un médico
 revise la lesión. Una cortadura es una rotura de la piel que permite la
 salida de la sangre y puede causar una infección.
Las heridas incisas, por ejemplo, hechas con una hoja afilada, suelen
 sangrar abundantemente; las heridas contusas con los tejidos 
desgarrados, sangran menos que las incisas, pero pueden cicatrizar con 
mayor dificultad. Los cortes puntiformes pueden tener orificios 
relativamente pequeños, pero a veces son profundos y causan daños graves
 a los tejidos subyacentes.
La mayoría de los cortes son leves y no requieren atención 
médica. Si la víctima tiene una herida profunda y sucia, se debe 
consultar un médico, ya que puede ser necesaria la vacunación 
antitetánica. Cualquier herida grande debe ser examinada por un médico, 
pues tal vez sea necesario suturarla.
La limpieza es muy importante en la curación de todas las heridas para que se alivien más pronto y no se infecten.
Para curar una herida, primero lávese bien las manos con agua y
 jabón, entonces lave bien la herida con agua hervida y fría; si es 
posible, use una jeringa o una pera de hule; utilice jabón, ya que 
cualquier basurita dejada en la herida, puede causar infecciones 
peligrosas, como el tétanos.
Al limpiar la herida, tenga cuidado de quitar toda la tierra; 
si la herida forma un pellejo, levántelo y quite toda la basura, para 
esto puede usar unas pincitas o cualquier instrumento, pero siempre 
hiérvalo primero para que esté bien limpio (estéril).
Nunca ponga alcohol, tintura de yodo o mertiolate dentro de una herida, ya que puede dañar los tejidos y tardar el alivio.
El botiquín de primeros auxilios
Para prevenir las heridas, debemos estar alertas ante la presencia de
 tijeras, cuchillos, astillas de madera, navajas de afeitar, vidrios 
rotos y clavos entre otras cosas. Todo esto debe estar lejos de los 
niños.
También es conveniente contar con un botiquín que contenga algodón, 
alcohol, gasas, agua oxigenada y mertiolate, estos elementos nos 
ayudarán a mantener la herida limpia y con grandes posibilidades de una 
rápida recuperación.
El botiquín es el espacio donde la familia o la comunidad tienen los 
medicamentos necesarios para prestar los primeros auxilios a una 
persona. Debe tener los materiales indispensables para tratar lesiones, 
infecciones leves y enfermedades comunes.
Es importante que los miembros de la familia entiendan que el 
botiquín es para beneficio de todos, por tal motivo, debe encontrarse al
 alcance, pero no a disposición de niños pequeños; es importante tener 
presente que el lugar donde esté, sea fresco, limpio, alejado de la 
humedad y de los rayos del sol. Los diversos materiales que se 
encuentran en él necesitan estar marcados y se debe revisar 
frecuentemente su fecha de caducidad.
El artículo que se describe, habla en forma global sobre los accidentes en la casa, pero creo que ya todos sabemos como ocurren, la idea es como prevenir ese tipo de accidentes, cambiar formas de habitos en lo adultos hara que los niños aprendan a realizar actitudes preventivas, pero tanto en la casa como en el trabajo el responsable directo es el supervisor y/o los padres... existen varias maneras de abordar estos temas y en las industrias y empresas con una conciencia mas global de la prevención se enfocan en estandarizar los riesgos, hay una tecnica que la introdujieron los japoneses de la marca de auto Toyota, que habla de las 5S (Cinco eses), esa es una exelente herramienta para poder ordenar el circo, (trabjo o tu propia casa), pero no olviden una cosa muy importante, que la prevención es responsabilidad de todos, si eso no lo tienen claro, todo lo que se dice, o lo que se escribe, no vale de nada...
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