En cada actuación como padre o madre, piense que trabaja a largo plazo. No intentesolucionar la situación sólo para ese momento. La educación es tarea ardua, compleja y llena de tropiezos. Los resultados finales se recogen a medio y largo plazo, no antes.
· No tema frustrar al niño. Para madurar, deben aprender a convivir con el no. Si somos parcos, definibles y coherentes en las negativas, no hay mejor escuela para que progresen.
· Antes de una concesión, piense si no lo hizo por evitar los problemas que supondría adoptar la posición que en su fuero interno ve como conveniente.
· No eluda el conflicto. Es mejor decir que no ahora, y no sufrir en un futuro las consecuencias de haber sido blando.
· Motívese. Ser buen padre cuesta lo suyo, y no es tarea fácil. Aprenda a resistir las presiones sociales (amigos, abuelos, TV...) Reflexione con su pareja, tenga y mantenga sus propios criterios en educación --- Y sígalos, escuchando las sugerencias de sus hijos --- sin obedecer a demandas malcriadas.
· La munificencia excesiva puede ser contraproducente. Sea generoso con sus hijos, pero proporcionadamente, de manera repartida. Premie el esfuerzo, la responsabilidad y no premie la mediocridad.
· Cuando se oponga a un capricho de sus hijos, mantenga la serenidad. Si se altera emocionalmente, pensarán que se lo niega porque está enfadado --- Y no, porque no tiene razón.
· Deje que sus hijos conquisten gradualmente sus cuotas de libertad. Pero sin perder información y control sobre qué hace, a dónde va, qué le gusta hacer y con quién se relaciona.
· De esa manera, no tendrá ni hijos indolentes, ni dependientes.
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