1/21/2011

La Educación Privada versus la Educación Pública en Chile: El Debate del Sistema Educacional Chileno

Según las evaluaciones de logros de aprendizaje (realizadas por el Sistema de Medición de la Calidad de la Enseñanza, SIMCE), en promedio, los alumnos que asisten a escuelas privadas superan sistemáticamente a los alumnos de escuelas públicas, tendencia que se ha mantenido prácticamente invariante desde hace por lo menos una década (ver figuras 1 y 2). Desde inicios de los ’90 la diferencia promedio entre ambos tipos de establecimientos ha sido 0,3-0,4 desviaciones estándar de puntajes SIMCE. Si estas diferencias brutas reflejan o no una mayor calidad de la educación proporcionada por los establecimientos privados, ha sido uno de los temas más controversiales tanto en el debate político como académico de los últimos quince años en Chile.

Historia de La Educación Chilena
En el  siglo  XVI,  la  estructura  del  sistema  educacional  estaba muy  ligada  a  la  de España, comenzaba por el nivel superior, adaptándose todos los demás niveles a esta. A  los  varones  se  les  enseñaba  las  cuatro  operaciones matemáticas,  leer,  escribir  y religión,  y  a  las mujeres  solo  labores  de  la  casa  y  si  ellas  lo  requerían,  a  leer. Los procesos  pedagógicos  eran  brutales,  en  el  contexto  de  castigos,  y  para  ejercer  como maestro se debía contar con muchos requisitos morales y racistas.  Los españoles hicieron crecer el cristianismo de  los  indios  en América,  y enviaron a más de 14.000 misioneros  de distintas  evangelizaciones. Durante  siglos  la educación está muy ligada a la religión de ese entonces. Luego con la independencia de Chile y a medida en que el país iba desarrollándose, los gobiernos tomaron un mayor interés por la educación en sus distintas áreas.  Primero en la educación primaria.  En 1813 había solo 7 escuelas, con 664 alumnos, para 50.000 habitantes. Se dictó un Reglamento para Maestros de Primeras Letras, decía que en cada ciudad, pueblo o villa con más de 50 habitantes, debía haber una escuela, costeada con fondos del mismo lugar.  Durante el gobierno de O’Higgins se dictó un Reglamento Interno para las Escuelas (1819), éste estaba muy  ligado en  lo  social, a  sus obligaciones y derechos. Luego en 1821, impulsado por Diego Thompson se creó La Sociedad Lancasteriana. La constitución de 1822, tenía mayor énfasis en extender  la educación, ya sea,  dentro como fuera de Santiago. En la constitución de 1828 se restablece La Escuela Normal Lancasteriana, y  se nombró una comisión visitadora de escuelas para Santiago. En  la constitución de 1833, la instrucción pública debe ser promovida por el gobierno, o sea la municipalidad debe atenderla y para esto  se crea La Superintendencia, para una inspección  y  dirección  de  la  enseñanza  nacional. A  consecuencia  de  lo  primero,  las escuelas se dividieron en  tres dependencias;  las públicas, municipales y conventuales. La cantidad de escuelas públicas primarias había  subido a 56, pero aún  la enseñanza para la mujer no era completa.  En 1856 nace en Santiago La Sociedad de Instrucción Primaria.  Montt hizo importantes cambios a la educación, en 1852 y 1854 los puntos más débiles era la calidad de la docencia y la mala administración del sistema, por ello en 1860, se crea  una Ley Orgánica  de  Instrucción  Primaria,  en  esta  también  se  completa  la obsoleta libertad de enseñanza y la gratuidad de la educación. Ésta como consecuencia trajo  un  aumento  en  el  número  de  escuelas, matriculas  y  de  asistencia media,  sin embargo estas decaen por efecto de las guerras y de la crisis. En esta ley, la instrucción primaria  queda  desconectada  de  la  secundaria, ya que  la primera  es  dependiente del ministerio, y  la  segunda del consejo universitario, este punto  trae consecuencias más adelante.
En  1871  se  dividen  las  escuelas  elementales  en  urbanas  y  rurales,  y  las  escuelas particulares iban en aumento. Al igual de importante, en 1881 las escuelas alternadas se transforman a escuelas mixtas.  Al  finalizar  el  siglo XIX  y  comenzar  el  siglo XX,  la  educación  se  vuelca  en  una discusión sobre la gratuidad y obligatoriedad.   En  1917  el  analfabetismo  era  un  problema  que  debía  consentirles  a  todos  los ciudadanos,  a  esto  Darío  Salas  lo  llamo  El  Problema  Nacional.  Esto  creó  gran preocupación, y en 1920 se estableció  la Obligatoriedad de la Educación, con esto  las matriculas aumentaron en un 25%, y el analfabetismo bajó en un 12%. Sin embargo esto se cumplió a medias por falta de escuelas. En esta  ley  también se consideró a las escuelas particulares dividiéndolas en dos grupos: las de creación voluntaria y  las de creación obligatoria. En 1928 se crean las escuelas fiscales experimentales, estas se clasificaban en Escuelas Fiscales  de  Experimentación  Restringida  y  Escuelas  Fiscales  de  Experimentación  Amplia. Fueron reorganizadas en 1953, pasando a depender del Departamento Técnico Pedagógico  de  la  Dirección  de  Instrucción  Primaria  y  Normal,  con  el  nombre  de escuelas  experimentales  y  escuelas  consolidadas.  En  1944  se  crean  la  Escuela Experimental Mixta.  En 1961 se puso en marcha el Plan de Integración Educacional de Arica, fundamental para la reforma de 1965.  Con  la  llegada  al  gobierno  de Eduardo Frei Montalva,  la  educación  tiene  un  cambio sustancial, con la creación de la reforma de 1965, que consistía en tener una igualdad de oportunidades,  en una  responsabilidad  socio-cultural,  en  tener una  formación  para  el futuro.  La  estructura  quedó  dividida  en  cuatro: Educación  Parvularia,  Educación General Básica (8 años), Educación Media (4 años, dividida en Científico-Humanista y Técnico-Profesional), y Enseñanza Superior. En consecuencia el analfabetismo bajó a 900.000 y se alcanzó una cobertura del 95%.  En 1990  se crearon 8.698 escuelas básicas, y  la matricula nacional de La Educación Básica General  llegó a 1.991.178 niños.  La Ley de 1860 ordenó crear escuelas nocturnas para adultos en las ciudades. En 1875 la situación de la instrucción primaria de adultos era lamentable. Para esto el gobierno en 1877 decidió  entregarlas a sociedades sin fin de lucros.  En  1878  se  fundó  una  Asociación  Católica  de  Obreros,  pero  al  año  siguiente  se convirtió en un hogar para niños, por la falta de alumnos. En 1899 el gobierno dispuso que en todas las escuelas de hombres y en las elementales, se abriera un curso nocturno gratuito de enseñanza primaria para adultos.
En 1903  se  crearon establecimientos  llamados escuelas  suplementeros,  cuyo objetivo era  entregar  educación  a  jóvenes  y  adultos  que  no  supiesen  leer  ni  escribir,  pero reconocían títulos de revistas y diarios.   En  1952  se  crearon  los  centros  de  educación  fundamental,  que  procuraron  dar capacitación en  la  línea de  las suplementarias. En 1965, se dio un fuerte  impulso a  la educación básica de adultos. En 1970 el gobierno planteó un programa de educación de trabajadores, con el fin de alfabetizar y nivelar la educación básica y/o media y entregar capacitaciones laborales básicas. En la Educación Secundaria. Juan  Egaña  presentó,  en  1810  un  Plan  de  Gobierno, del  cual  nace  el  Instituto Nacional,  este  se  preocupaba  de  los  estudios  secundarios,  la  enseñanza  de  este  solo rotaba en la Universidad de Chile.  En 1821 nace el Instituto Nacional de Coquimbo, 1827 nació el Instituto en Talca, en 1838 nace el Instituto en Concepción  y el de San Felipe. Al finalizar el siglo ya había 29 liceos de hombres.  En 1840 existía un currículo homogéneo, en 1943 se  introduce en el currículo historia natural, castellano, idiomas, historia, matemáticas, y otras. En 1842 se dispuso que  los exámenes serían  libres, esto  trajo una discusión entre  los alumnos y  los profesores. Luego en 1863  se elaboró un  reglamento para el  Instituto nacional,  en  el  cual  decía  que  ningún  alumno  del  instituto  podía  pagar  por  clases particulares a los profesores. En 1872 se firmó un decreto sobre la libertad de exámenes, sin embargo en 1874 se obligo a  los colegios particulares a  rendir  los exámenes ante comisiones designadas por el Consejo Universitario en los Liceos Fiscales.  En 1872 hubo otro cambio en el currículo en donde el latín ya no era obligatorio, sino optativo, al igual que los distintos idiomas.  En 1877 comienzan los liceos fiscales para niñas, con dos establecimientos en Copiapó y en Valparaíso.  La metodología  en  ese  tiempo  no  se  le  daba mayor  importancia  a  la práctica de  los conocimientos adquiridos.  En 1879 se aprobó una ley que organizó a la instrucción secundaria, así como la técnico profesional y a  la superior. Con  fondos nacionales  se sostendrían establecimientos de instrucción secundaria, instrucción especial y la instrucción superior. De esta manera se establecía la gratuidad de la educación estatal. En 1881  se  introducen  nuevos  ramos  al  currículo  como  historia  contemporánea  y geografía física. También se ordenó  más la lógica en los programas de estudio.  El  método  Concéntrico, en 1889, significó un cambio en  el  currículo,  donde  las asignaturas  iban gradualmente aumentando  su  complejidad. Esta  tenía como objetivo que  la  enseñanza  es  una  fuente  permanente  de  aprendizaje,  se  privilegia  el método inductivo, entre otros.
En 1900 surgieron críticos, con  opiniones  pesimistas  y  positivas  hacia  la  educación, especialmente  a  los  liceos  de Chile.  En  1912  las  críticas  fueron  fuertes,  había  que adaptar  el  liceo  a  las  necesidades  del  país,  se  debía  independizar de  la  influencia  alemana y darle una orientación conforme a la realidad nacional, crear establecimientos técnico - vocacionales y dar mayor énfasis a las diferencias individuales. El primer paso se  dió  al  crear  el  Ministerio  de  Educación,  para  independizarla  de  la  tutoría universitaria.  En 1946 se creó un Plan de Renovación Gradual de La Enseñanza Secundaria, en donde se crean los liceos Co educacionales de Experimentación y cursos experimentales. El  éxito  de  estos  liceos  se  ve  reflejado  en  la  participación  y  organización  de  los alumnos, profesores y apoderados.  Luego con la reforma de 1965 la enseñanza media, quedó con una extensión de cuatro años,  en  donde  los  dos  primeros  años  eran  de  estudios  comunes  y  los  otros  dos  se dividían  en Científico-Humanista  y Técnico-Profesional,  para  esto  se crearon  nuevos programas y planes de estudios. En 1990 la matricula alcanzó a 466.423 alumnos, el 57,92% a municipales, el 27,54% a colegios particulares subvencionados y 13,13% a particulares pagados. 
La Educación Técnico Profesional
El impulsor de esta educación fue Manuel de Salas. A esta rama de la educación se le denominaba  instrucción especial. Con el desarrollo del país, esta educación empezó a ser  fundamental.  Esta  se  divide  en  varias  áreas  mineras,  comerciales,  industrias, agrícolas.  Desde  hace mucho  tiempo  que  habían  establecimientos  particulares  dedicados  a  la enseñanza comercial, sin embargo en 1879 fue el primer documento oficial.  En 1849 fué fundada la escuela de Artes y Oficios en Santiago. En 1857 los talleres de esta  escuela,  aumentaron  al  crearse  las Calderas  en Hierro  y  en Cobre, Hojalatería, Carretera y Ebanistería. Sin embargo durante La Guerra Civil se cerró hasta 1894, en donde se creó un nuevo local.  La educación Agrícola se inicia en 1851, ésta también fue cerrada a fines de 1876, sin embargo en 1872 se creó el Instituto Agrícola, el cual tuvo carácter universitario. La enseñanza técnica femenina, aparece débilmente en 1845, pero solo en 1855 fueron fundadas  las  primeras  escuelas  de  talleres  femeninos  en  San  Felipe.  En  1887  la Sociedad de Fomento Fabril, presentó  un proyecto al gobierno, para  la enseñanza de oficios para  las niñas. El gobierno  lo aprobó de  inmediato, así se funda  la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres, que luego se transformó en Escuela Profesional Superior de Niñas.  Al  comienzo del  siglo XX,  la  educación  profesional  tuvo duras  críticas. En 1885  se fundó en Santiago la primera escuela Práctica de Agricultura.  Las  escuelas  de Artesanos  tenían  como  objetivo  preparar  en  determinados  oficios  y artesanados a jóvenes que tenían educación primaria y solo en 1938 fueron autorizadas.
Habían  26  escuelas  en  todo  el  país  y  las  cuales  fueron  transformadas  a  escuelas industriales.  Con  la  reforma  de  1965  la  educación  técnico-profesional  paso  a  ser  parte  de  la educación media, pero esta tenía una duración de cinco años y se complementó con el Instituto Nacional de Capacitación. La matricula subió un 211,6%.  En  1990  la matricula  nacional  de  la Educación Técnico Profesional llegó  a  255.396 jóvenes. Educación Secundaria para Adultos Esta se inicia en 1877, solo habían establecimientos particulares, en 1916 el Centro de Pedagogía, fundó una escuela nocturna. En 1958 se creó el primer liceo fiscal nocturno. Y en 1990 la matricula llegó a 28.134 alumnos.   En  1884  se  comenzó    a  entregar  capacitaciones  en  el  área  técnico  profesional  para adultos,  en  una  jornada  vespertina,  nocturna  y  dominical.  En  1915  existían establecimientos particulares y subvencionados por el estado. En 1933 se modificó el currículo de las escuelas técnicas femeninas, en donde no se requería ningún requisito para entrar y existían cursos vespertinos y nocturnos. 
Educación Especial, Diferencial y Parvularia.
La primera escuela fue la de sordos mudos en 1852, y en 1900 se crea una sección para atender a niños ciegos. En un decreto en 1927 se  le  reconoce como parte del sistema educacional  y  determina  otros  tipos  de  limitaciones.  En  1933  se  creó  una  escuela Especial  de Desarrollo. En 1950  el ministerio  comenzó  a  aumentar  la  cobertura  de atención  a  los  niños  con  deficiencias mentales.  En  1964  se  inicia  la  formación  de profesores  para  la  enseñanza  de  niños  con  deficiencias  mentales  y  se  creó  un departamento de Educación Especial (Diferencial) en el ministerio.  En 1976 se organizan Grupos Diferenciales en las escuela básicas y entre 1976 y 1981 se aprueban planes y programas de estudio para establecimientos que atendieran a niños con déficit mentales.  En  la  constitución  de  1863  se manda  a  crear  escuelas  de  párvulo.  Sin  embargo  se empezó  a  dar  Educación  Parvularia  desde  1866. En  1900  se  inauguran  los  primeros jardines infantiles particulares. En 1902 se fundó un Kindergarten para niños pobres.  En 1970 se crea la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI). En 1990 las escuela no podían recibir toda la demanda de niños, pero a la JUNJI y el Ministerio de Educación se les unido otras corporaciones, que son de vital ayuda. 

Formación y Perfeccionamiento de docentes. Organizaciones Gremiales y Congresos de educadores.
En 1842 se creó la Escuela Normal de Preceptores. Su currículo era de lectura, escritura, religión, gramática castellana, aritmética, dibujo, historia, métodos de enseñanza mutua y simultánea, costura, entre otros.  En 1871 se fundó la escuela normal para mujeres, en Chillán. En 1883 se invirtió en la creación de más escuelas, en profesores extranjeros, en mobiliarios.
En 1906 se crea el Instituto Superior de Educación Física.  En 1919 se funda la Liga Nacional del Magíster Primario de Chile.  En 1932 se crea la Asociación General de Profesores (Cpch).  En 1952 se permitió obtener el título de profesor primario a profesores propietarios en el  servicio activo, a profesores de escuelas particulares, de educación de  las escuelas normales  y  a  los  del  estado,  esto  trajo  como  consecuencia  un  excesivo  aumento  de profesores y de los cuales solo el 50% contaban con los requisitos. En 1944 se inauguró la Escuela de Educadoras de Párvulos. 
La Administración del Sistema
En  1823  se  abrió  un  Instituto  Normal  del  cual  dependían  todos  los  demás establecimientos.  En 1825 se estableció un Tribunal de Instrucción con el objetivo de crear escuelas de primeras letras para ambos sexos.  En 1837 se creó la ley de ministerios que consistía en cuatro: Interior, Justicia, Hacienda y Guerra.  En 1879 se dicto la ley que reformo la instrucción secundaria, especial y superior.  En 1887 se dicto la llamada segunda ley de ministerios. En 1927 se estableció que la educación era propia del estado.  En  1990  durante  el  gobierno  militar  se  creó  una  Ley  Orgánica  Constitucional  de Enseñanz
Financiamiento de la Educación Pública
En  1810  la  educación  era  financiada  por  el  cabildo,  órdenes  religiosas  y establecimientos secundarios, estos también financiados en parte por el cabildo.  En la ley de 1860 se establece que el financiamiento sería a través del Tesoro Nacional, de las rentas asignadas a las municipalidades, a través de donaciones y multas y con una contribución que se estableció exclusivamente para el departamento de educación. Entre 1865 y 1866 no paso del 7%, en el gobierno de Federico Errázuriz, era del 6% del presupuesto Fiscal.  Producto de las crisis en 1928 el financiamiento no pasó el 15%.  En  el  gobierno de Pedro Aguirre Cerda  se  sobrepasó  el  límite de  los  15% del  gasto fiscal. También hubo un aumento en los recursos y materiales para los establecimientos, un aumento de inmobiliario, de libros, de bibliotecas.
                                             Educación pública v/s Educación privada
La teoría a favor de la Educación Privada señala que éstas, al estar liberadas de muchas de las trabas burocráticas y de las influencias políticas que limitarían la gestión de las escuelas públicas, estarían en mejores condiciones para innovar, introducir criterios de calidad en la gestión escolar, y producir mayores resultados haciendo un uso más eficiente de los recursos disponibles. Adicionalmente –se afirma- las escuelas privadas serían más sensibles a las señales de la demanda, adaptando sus servicios a las preferencias de las familias, de las que se espera presionen al mercado por ofrecer niveles crecientes de calidad educativa. Debiésemos esperar, entonces, que las escuelas privadas sean más efectivas que las públicas; consecuentemente, una aproximación alternativa (la más recurrida en la investigación) ha sido comparar los resultados de aprendizaje producidos por ambos tipos de instituciones.

En esencia, esta línea de investigación consiste en comparar los resultados de aprendizaje promedio (medidos por los tests nacionales, fundamentalmente el SIMCE) de los alumnos que asistieron a establecimientos municipales y particulares subvencionados por el estado, intentando aislar esta comparación de la influencia de otros factores asociados a los resultados de aprendizaje de los alumnos y que puedan confundirse con el efecto del tipo de escuela.

Una de las características más llamativas de este tipo de estudios ha sido la enorme variabilidad de resultados obtenidos: mientras algunas estimaciones indican que las escuelas privadas subvencionadas serían más efectivas que las públicas, otras señalan que no existen diferencias significativas entre ambos tipos de establecimientos, y algunas han encontrado que las públicas serían más efectivas que las privadas.  ¿Qué explica tan contrastantes resultados, obtenidos incluso analizando las mismas bases de datos? 

La limitación más seria que ha afectado y confundido las comparaciones sobre la efectividad de los establecimientos públicos y privados en Chile es lo que se denomina “sesgo de selección”, el cual tiene en este caso al menos tres fuentes conocidas. En primer término –como se analizó- la oferta de escuelas privadas no se distribuye aleatoriamente entre las diferentes áreas geográficas y clases sociales; en segundo lugar,  la disposición de las familias para enviar a sus hijos a las escuelas tomando en cuenta la oferta y la información disponible, sus preferencias y restricciones, y su capacidad de pago, los padres eligen las escuelas y liceos para sus hijos. Adicionalmente, los establecimientos pueden también seleccionar a sus estudiantes. Por ejemplo, Parry (1997) señaló que el 63% de las escuelas privadas subvencionadas y el 15% de las públicas de Santiago seleccionaban a sus estudiantes; Gauri (1998) a su vez encontró que en Santiago el 82% de los estudiantes de establecimientos privados no subvencionados, el 37% de los estudiantes de establecimientos privados subvencionados y el 18% de los estudiantes de establecimientos públicos debieron rendir un test para ser admitidos en sus escuelas.

 Estos tests –aplicados incluso a postulantes pre-escolares- evalúan habilidades de lenguaje, razonamiento, sicomotoras y sociales. De acuerdo a la encuesta SIMCE-2003 (de cobertura nacional entre estudiantes de 2° medio), el 85% de los alumnos de establecimientos privados no subvencionados, el 73% de los estudiantes de establecimientos privados subvencionados y el 59% de los estudiantes de establecimientos públicos fueron seleccionados a través de un proceso de admisión que incluyó algún tipo de examen o requisito de rendimiento académico previo. Finalmente, la selección de estudiantes es un proceso continuo que opera a lo largo de la carrera escolar de los alumnos: muchas escuelas y liceos –especialmente los privados- expulsan a los alumnos que obtienen bajo rendimiento académico o que manifiestan problemas disciplinarios. En estos casos, la selección está basada no en el desempeño pre-dicho sino demostrado por el estudiante.

Selección de estudiantes en el proceso de admisión


Los estudiantes de las escuelas públicas y privadas subvencionadas difieren en promedio en todas las variables que componen el nivel socioeconómico y que están asociadas con el logro académico: quienes asisten a escuelas privadas tienen mayores ingresos familiares, padres más educados y más libros en sus casas. El punto crítico es que estas diferencias “observadas” están seguramente vinculadas con otras diferencias “no-observadas”  que también afectan el logro de los alumnos. Esto sugiere que las escuelas que seleccionan estudiantes usan indicadores adicionales (probablemente asociados con las habilidades del estudiante) para tomar sus decisiones de admisión. Veremos que, controlando por otras características relevantes, los estudiantes “seleccionados” obtienen resultados significativamente superiores a sus pares no-seleccionados.

La población estudiantil chilena es altamente móvil: en escuelas públicas el 27% y en escuelas privadas subvencionadas el 33% de los alumnos de 4° básico no comenzaron la enseñanza básica en su actual escuela. Ciertamente, un estudiante se cambia de escuela tanto por razones no atribuibles a ella ( migración familiar), como por otras en que la escuela juega un rol central ( expulsión por bajo rendimiento, insatisfacción de los padres). Considérese, por ejemplo, que el 31% de los padres de alumnos de escuelas privadas subvencionadas afirma que en esa escuela se expulsa a los alumnos que quedan repitiendo, proporción que es sólo el 14% en escuelas públicas. Así, la constatación de que en escuelas públicas el 15% y en escuelas privadas sólo el 8% de los alumnos de 4° básico habían repetido grado alguna vez, puede ser tanto una muestra de mayor eficiencia de las escuelas privadas como un indicador de su menor disposición a retener y aceptar alumnos repitentes.
Variables Socioeconómicas

Existen varias hipótesis acerca de cómo las características socioeconómicas de la población estudiantil a nivel agregado pueden afectar el logro académico de los estudiantes: éstas pueden afectar las expectativas y prácticas pedagógicas de los docentes, ellas pueden indicar la disponibilidad de un conjunto de otros recursos materiales y simbólicos en las escuelas, y ellas pueden ser también un indicador del efecto de los compañeros, antes mencionado.

Conclusión

El caso chileno es paradigmático para evaluar empíricamente las propuestas de reforma educativa orientadas al mercado, especialmente el aumento del rol de proveedores privados en la educación financiada con recursos del Estado.

En este trabajo, queda de manifiesto que  a pesar de las poblaciones estudiantiles de ambos tipos de establecimientos son marcadamente diferentes, producen estimaciones de efectividad favorables tanto a las escuelas privadas como a las públicas. Adicionalmente, utilizando información complementaria de  encuestas a los padres, se ha mostrado cómo los procesos de selección de estudiantes –tanto en la admisión como durante el proceso escolar- explican parte de la diferencia observada de logro académico favorable a las escuelas privadas.

Finalmente, se ha mostrado cómo el carácter fuertemente segregado del sistema escolar chileno introduce dificultades adicionales a la comparación público-privado de resultados escolares.

Basado en la evidencia recopilada se concluye acerca del aporte de la expansión de la educación privada financiada por el estado –en términos de resultados de aprendizaje- son las siguientes:

Primero, las escuelas privadas subvencionadas -en promedio- no son más efectivas en producir resultados de aprendizaje que las escuelas públicas; más aun, si alguna diferencia existe, ésta parece favorecer a las escuelas públicas (dado que sabemos que las estimaciones han tendido a sobrevalorar el efecto de las escuelas privadas).

Segundo, de existir alguna diferencia en la efectividad entre escuelas públicas y privadas (en cualquiera de los dos sentidos), es casi seguro que ésta es de magnitudes muy pequeñas, sustantivamente irrelevantes.
Tercero, en el mejor de los casos, la fuerte expansión de la educación privada subvencionada no ha provocado un mejoramiento apreciable de la calidad del sistema escolar chileno como un todo.

Cuarto, existe evidencia que sugiere que la expansión de las escuelas privadas ha aumentado la segmentación y por esa vía la inequidad de la educación chilena.

¿Porqué la introducción masiva de escuelas privadas, en un marco de competencia abierta con las escuelas públicas (y entre sí), no ha producido el mejoramiento educativo que esperaban sus proponentes? La  hipótesis que plantean los estudios realizados en nuestro país  es que el arreglo institucional del sistema educativo chileno tiene severas deficiencias estructurales, que permiten que las escuelas puedan permanecer e incluso mejorar su posición en el “mercado escolar”, sin necesidad de mejorar la calidad de su servicio educativo. Las razones son las siguientes:

Primero, las exigencias para abrir un establecimiento y recibir recursos públicos son muy bajas, y no garantizan siquiera niveles mínimos de calidad.

Segundo, al permitir a las escuelas seleccionar a los alumnos según sus capacidades y al obligar a algunas escuelas (principalmente públicas) a aceptar a los alumnos rechazados, se distorsionan los indicadores de calidad, confundiendo tanto a las familias, como a los gestores educacionales y a las autoridades.

Tercero, la presencia de cobros obligatorios (crecientes en magnitud y cobertura) exacerba la segmentación socioeconómica del sistema financiado con recursos estatales y disminuye la eventual presión por competencia.

Cuarto, las familias no eligen necesariamente las escuelas con mayor calidad académica de sus servicios, ni presionan permanente a éstas por mejorarlo.
Quinto, el estado no cuenta con herramientas que le permitan efectivamente presionar a las escuelas por mejorar o “exigirles” mayor calidad educativa, con lo que el sistema tolera la permanencia de servicios de baja calidad.

Sexto –y final- algunas falencias sistémicas de la educación nacional pueden haber afectado a la generalidad de las escuelas (Falta de capacidades docentes, un currículo inapropiado), sin que la gestión privada de éstas ni la competencia entre escuelas hayan podido solucionarlas. Ciertamente para mejorar la calidad y la equidad de la educación chilena es necesario modificar sustancialmente las reglas del juego con que actualmente operan las escuelas privadas y públicas en Chile.
                                                                            
                                               
María Alejandra Jhara
Licenciado en Educación
Psicopedagóga
Terapeuta en Flores de Bach
Directora Centro Pedagógico y Psicopedagógico MAEM

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